 
                                Tener un hijo no es fácil, mucho menos criarlo. Y si bien es cierto que cada quien cría a sus hijos según le parezca, siempre es bueno buscar la mejor opción. Y en este caso, esa opción es el refuerzo positivo.
Lo creas o no, tu hijo puede aprender muchísimo más si tan solo le tienes paciencia y atención. Un trato amable, y una actitud positiva, te llevaran mucho más lejos que optar por regaños, castigos y actitudes negativas.
En psicología, hay algo conocido como refuerzo positivo y refuerzo negativo. Ambas se tratan de una manera de aprender que se basa en asociar una conducta en específico, con un resultado.
En otras palabras, aprendes a hacer algo porque sabes que sí lo haces, pasará algo. Ahora bien, el refuerzo positivo se trata de eso, es una manera de aprendizaje basada en la asociación de una conducta con un resultado positivo.
Los padres que utilizan el refuerzo positivo para guiar o enseñar algo a sus hijos, intentan premiarlos, darles una recompensa, cada vez que hacen algo bien. Eso, mi amigo, es de lo que se trata este tipo de refuerzo.
No es secreto para nadie que criar un hijo es difícil. Muchas veces nos sentimos agobiados, o no sabemos qué hacer para lograr que se comporten y tengan una buena actitud.
¡Pero no desesperes! Aunque parezca que regañarlos y castigarlos es la manera correcta de enseñarles a no repetir una conducta es la mejor opción; realmente no lo es. Velo de esta forma: En vez de castigarlo cuando hace algo malo, felicítalo cuando haga algo bien.
¿Ves el sutil cambio? El refuerzo positivo realmente no es tan difícil de hacer como todos lo hacen parecer. Solo se trata de encontrar el enfoque correcto, y trabajar desde allí.
Pongamos un ejemplo: En vez de regañar a tu hijo porque no se comió todos los vegetales, procura decirle que, sí se come todos los vegetales de su comida, podrá comer postre después.
Cómo lo ves, aún estarás logrando que tu hijo haga lo que quieres, pero de una manera positiva. Le estás ofreciendo un objetivo hacia el cual trabajar, una recompensa por hacer algo.
 
                                Hay algo muy importante que debes tener en cuenta sobre esto: El refuerzo positivo no se trata de ser condescendiente y falsamente positivo todo el tiempo, ni de darle regalos a tus hijos por cada cosa que hagan bien.
Por el contrario, un refuerzo positivo puede basarse en una sonrisa, en una palabra de aliento, en un abrazo… ¿Ves a lo que me refiero? En algo que le haga sentir que hizo todo bien.
Además, es importante recordar que el refuerzo positivo requiere tiempo y constancia. No se trata de felicitarlo una vez y ya, sino constantemente, hasta que por fín haga las cosas por voluntad, y por su propia cuenta.
Por último, pero no menos importante, cuando apliques este método, asegúrate de que tu hijo obtenga la recompensa de forma inmediata.
Es decir, felicitalo justo cuando haya terminado de comer sus vegetales (siguiendo el ejemplo anterior); o dale el postre justo después de comer. Lo importante es que se note que la recompensa está allí, que alcanzó lo prometido.
Prometer una recompensa y no cumplirla, o prometer cosas desproporcionadas, no lo ayudará en nada. Debes encontrar un balance entre lo que tu hijo está haciendo, y lo que obtendrá. Todo en su correcta medida.
Guiar a tus hijos utilizando el refuerzo positivo no es un trabajo fácil, pero te aseguro que es mil veces más efectivo que optar por regaños o castigos.
 
                                By NinosActivos |06 Enero 2021
 
                                By NinosActivos |06 Enero 2021
 
                                By NinosActivos |05 Enero 2021
 
                                By NinosActivos |02 Enero 2021
 
                                By NinosActivos |25 Enero 2020
 
                                By NinosActivos |01 Enero 2021